Todos queremos ser tratados como personas, no como objetos y la cortesía es agradecida por todos. Trata a todos con consideración, sensibilidad y discreción. Recuerda la regla de oro: trata a los demás como quieres que te traten a ti.
Esto viene de respetar las decisiones de los demás. Recuerda que es una fiesta y lo que importa es divertirse. Si los rechazan no hay de qué preocuparse, hay muchos peces más.
Si alguien -incluyendo tu pareja- dice NO, no debes preguntar POR QUÉ, el ser swinger significa la libertad de criterio y de acción tanto para ti como para los demás, evade cualquier situación que pueda hacer que tu pareja perciba como forzada. Toma en cuenta que no todos tenemos el mismo ritmo ni facilidad en la toma de decisiones; hay parejas que al inicio pueden titubear antes de aceptar finalmente tener una o varias relaciones sexuales; es natural y comprensible; intentar forzar las situaciones probablemente termine por provocar las reacciones contrarias.